El Bierzo es una comarca que es un mundo en sí misma. Cuánto más la conoces más cuesta resumir los imprescindibles para una primera visita. Aún así hoy lo vamos a intentar, partiendo desde vuestra estancia en Peñalba de Santiago. Así imaginamos nosotros un viaje para aprovechar al máximo.
Día 1 - Ponferrada antigua: historias de templarios y peregrinos
Tras un buen desayuno en el corredor de Casa Elba, cogemos el coche para dirigirnos a la capital de El Bierzo. En Ponferrada es obligatorio comenzar la visita al casco antiguo en su monumental Castillo de los Templarios. ¿Os apetece una visita guiada? Os recomendamos Guías Bierzo.
Tras pasear por la histórica Torre del Reloj, la plaza de la Encina y la del Ayuntamiento, toca parar a reponer fuerzas. Aquí van algunas opciones geniales para diferentes presupuestos:
Restaurante Muna (€€€): justo en frente del castillo, es la estrella Michelín de El Bierzo, una opción de verdadero lujo con los mejores productos de nuestra tierra.
Restaurante La Central (€€): una opción perfecta para conocer La Fábrica de la Luz, un museo en el que el carbón es el protagonista del pasado reciente de la comarca.
La Moncloa de San Lázaro (€€): en el pueblo de Cacabelos, La Moncloa es un restaurante y hotel icónico para probar los mejores sabores de El Bierzo.
El Bodegón (€): un verdadero clásico de Ponferrada, famoso por sus mejillones y sus patatas bravas. ¡Auténtico y super recomendable!
Para continuar el día, nada mejor que desplazarse a conocer Villafranca del Bierzo o Molinaseca. Son dos villas medievales atravesadas por el Camino Francés, donde encontraréis cientos de peregrinos, tabernas y bares para disfrutar. Si viajáis en verano, también tienen zonas de baño perfectas para escapar del calor.
Para terminar la jornada, podéis parar de vuelta a descubrir las mágicas noches templarias de Ponferrada. Aquí van dos recomendaciones:
Coherencia Eco-Bar: escondido en el casco antiguo, no te puedes marchar sin probar sus cervezas 100% artesanales.
La Obrera: uno de los rincones más originales de la zona vieja y un espacio hasta arriba de opciones para disfrutar: cócteles, tapas, cenas de picoteo, música en vivo y mucho más.
Día 2 - El retiro de los eremitas: Peñalba, el Valle del Silencio y la Tebaida Berciana
Creemos que viajar por El Bierzo no significa en absoluto viajar con prisas. Por eso el segundo día lo vamos a dedicar a explorar el mayor tesoro que esconde nuestra región: su naturaleza viva, sus montañas, sus bosques y sus historias secretas.
Estamos en Peñalba de Santiago, y callejear con calma significa levantarse temprano, subir hasta las eras del pueblo y disfrutar de las maravillosas vistas: los Montes Aquilianos y el Valle del Silencio, un lugar utilizado desde hace siglos por los monjes eremitas.
Visita la iglesia mozárabe, fundada en el Siglo X. Contempla en la entrada sus arcos de herradura tan particulares y en su interior, presta atención a las pinturas murales que cubren de colores todo el templo. Es un verdadero milagro que se conserven así desde hace más de mil años.
Para continuar el día, nos vamos de ruta. La opción breve para conocer el Valle del Silencio es la caminata hasta la Cueva de San Genadio. En este rincón escondido en la montaña, cuenta la historia que este monje vivió aislado durante años. La leyenda dice que mandó callar a las aguas del río para dejarle meditar en paz. Ese es el origen del poético nombre de Valle del Silencio.
La opción larga nos lleva a conocer el monasterio de San Pedro de Montes, una ruta de día completo hasta el pueblo vecino. Es la conocida ruta de la Tebaida Berciana. Para un descanso y comida auténticos, podéis parar a comer en La Cantina de Sara.
A la vuelta de vuestra ruta, y para cenar, no dejéis de probar los platos más típicos de El Bierzo en los restaurantes de Peñalba: La Cantina y Aromas del Oza. Pimientos asados y botillo tienen que estar en el menú, acompañados de vino mencía o cerveza de castañas... ¡una experiencia insuperable!
Día 3 - Las Médulas: montañas de oro, romanos y tradición vinícola en El Bierzo
Hemos dejado para el final el plato fuerte. Las Médulas es el gran tesoro histórico y natural de nuestra comarca. Una mina de oro del Imperio Romano que puedes explorar a pie comenzando desde el mirador de Orellán y su galería principal.
De camino a Las Médulas, podéis parar a descansar en El Sitio de Mi Recreo, en el pueblito de Priaranza del Bierzo. Es un rincón de pura tranquilidad con unos batidos deliciosos.
Si venís con ganas de dar un paseo, Las Médulas se pueden conocer desde dentro. La ruta de senderismo comienza en el pueblo del mismo nombre. Visitaréis galerías y cuevas emblemáticas (La Encantada, La Cuevona), en un paisaje espectacular, rojo marciano y rodeado de castaños centenarios.
¿Quieres descubrir Las Médulas de una manera única? Os proponemos hacer la ruta del oro romano en e-bike con nuestros amigos de Eberent.
Una visita que merece muchísimo la pena cerca de Las Médulas es el precioso Lago de Carucedo, especialmente en verano, con tardes de ambiente musical y la opción de alquilar kayaks. Y para continuar la ruta, podéis parar a conocer el Castillo de Cornatel, la fortaleza templaria hermana del castillo de Ponferrada.
Terminamos nuestro pequeño gran viaje en un lugar muy especial: el Palacio de Canedo. Este caserío, sede de la empresa Prada A tope, es un emblema de la comarca y resume perfectamente la filosofía y la esencia de esta tierra. Productos y conservas propios, restaurante con vistas a sus viñedos, y una tienda de artesanías para llevar un buen recuerdo de estos días de puro Bierzo.
¿Qué te parece nuestra propuesta? ¿Se nos ha olvidado algún lugar que te encanta en El Bierzo? Háznoslo saber con un comentario.
¡Hasta pronto viajeros!
#purobierzo
Texto e imágenes: Lucas Docampo
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