No son pocas las veces que hemos visitado este espacio tan especial enclavado muy cerca de Peñalba de Santiago, y que no nos cansamos de recomendar a todos los viajeros que busquen conocer uno de esos lugares auténticos con mayúsculas. Esta vez lo compartimos al detalle, estad atentos!
En apenas media hora de carretera desde Ponferrada, y justo antes de llegar el pueblo de Compludo, nos encontramos con el desvío hacia la herrería de Compludo. Siguiendo el curso del arroyo Meruelo y enclavada en lo profundo del valle, llegaremos hasta esta joya, siempre custodiada por Rex, el perro del herrero actual. Manuel Sánchez, hijo y nieto de herreros, explica con cariño y pasión los orígenes y el funcionamiento de la herrería, que se vinculan con el desaparecido monasterio fundado por San Fructuoso en el S. VII.
Pero, por qué decimos que es una herrería única? Pues porque estamos ante una de las herrerías más antiguas que se mantiene inalterada, con un funcionamiento basado exclusivamente en la fuerza del agua, sin el uso de electricidad ni sistemas modernos en ninguno de sus procesos. Si a ello le sumamos sus místicos orígenes y la situación de aislamiento y soledad natural en la que se encuentra, escondida en lo más profundo de nuestros valles, el resultado parece sacado de una novela de Tolkien.
En la herrería de Compludo se conserva un gran mazo restaurado movido por una rueda hidráulica, conectada a una fragua con trompa catalana a la que inyecta aire según el principio de Venturi. Se trata de un mecanismo espectacular y sorprendentemente ingenioso. Para entender mejor de lo que hablamos no basta con ver las imágenes, hay que ir a conocerla y sobretodo, a escuchar a Manuel contar cada detalle de la vida y trabajo de sus antepasados, que lucharon para mantener la construcción actual tal y como se trabajaba el hierro en la Edad Media.
Texto e imágenes: Lucas y Álvaro Docampo
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