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Monjes, leyendas
montañas y monasterios
En el siglo IV, Pablo de Tebas buscaba su retiro espiritual en el desierto de la Tebaida, en Egipto.
Siguiendo su ejemplo por todo el orbe cristiano, sus discípulos fueron a lugares remotos donde meditar, convirtiéndose en los primeros eremitas.
El Bierzo fue entonces el hogar de muchos de ellos, en el territorio que hoy conocemos como la Tebaida Berciana.


En los montes Aquilianos, el fenómeno eremítico sigue siendo un enigma.
A partir del siglo VII los ermitaños llegaron a estos lugares de modo masivo, poseídos por una fiebre mística colectiva.
¿Qué era lo que tanto les atraía a estas montañas?


Uno de los primeros eremitas fue San Fructuoso, un noble visigodo que erigió, entre otros, el Monasterio de San Pedro de Montes.
Pero su fama y trascendencia serían superadas por su sucesor, San Genadio.
Iglesia Mozárabe de
SANTIAGO DE PEÑALBA (S.X)
Santiago de Peñalba es una joya única del arte mozárabe prerrománico.
Ubicada en el corazón de los montes Aquilianos, fue el lugar ideal para el aislamiento de los eremitas.
Aunque su fundación se suele atribuir a San Genadio, lo cierto es que no pudo ver terminada su obra y fue enterrado junto a ella.

